Después de una intensa semana en tierras madeirenses y tras un tiempo para asimilar y reflexionar sobre todo lo acontecido en la séptima cita del europeo de Rallyes, Víctor Delgado nos hace un breve balance acerca de su participación en este importante evento.
Transcurridas dos semanas desde tu participación en el Rallye de Madeira, ¿Qué lectura haces de la misma?Pues la verdad es que positiva a pesar del abandono, ya que ha sido una experiencia bastante enriquecedora no sólo para mí, sino para todo nuestro equipo, que realizo una magnífica labor durante toda la prueba. Nos tomamos el Rallye con mucha calma, dándonos cuenta tras el primer parque de asistencias de la excesiva precaución de nuestras notas, motivada en parte por las premuras en los reconocimientos y que debimos ir corrigiendo sobre la marcha. Acusé un poco la inactividad, ya que desde Noviembre del pasado año no competíamos, y eso quieras que no, pasa factura también. Pero la verdad es que fue una bonita experiencia, lamentando tan sólo el no haber podido estar al final en la meta y haber podido disfrutar del espectacular fin de fiesta montado por la organización en el podium.
¿ Qué motivó tu abandono en la jornada del Sábado?Bueno, teniendo en cuenta que desde el inicio de la prueba llevábamos problemas en la bomba hidráulica del diferencial central, avería que nos permitía participar, pero con una merma en las prestaciones de nuestro Mitsubishi, sabíamos que nos exponíamos a forzar en demasía todos los elementos de la transmisión. Optamos por llevar una conducción muy suave para preservar la mecánica, pero así y todo, el rallye fue tremendamente duro acabando por ceder el grupo trasero, con el agravante de producirse en el último tramo del bucle y a falta de un kilómetro y medio para llegar a meta y con el "Service" casi "a la vista". A todo esto hay que añadir que en la última asistencia del Viernes antes del final de etapa, el coche se negó a arrancar por problemas con la alimentación que afectaban directamente a la bomba de la gasolina, pero que pudo ser solventado a tiempo, gracias a la rapidez de nuestros mecánicos.
¿Qué destacarías de la prueba en sí?Sobre todo lo exigente de los tramos, sólo parecidos a los de Canarias en la adherencia. Muchos cambios de ritmo, en ocasiones muchos cruces complicados, y con la sensación a veces de estar corriendo dentro de un jardín, debido a la abundante vegetación. Hay que destacar también que la isla al completo se vuelca con el rallye, el cual es considerado un evento de primer nivel, y se deshacen en mil atenciones con todos los equipos participantes. Como ejemplo en mi persona, al dirigirnos hacia el control horario de la súper especial del Jueves, íbamos calentando un poco las ruedas cuando a lo lejos vimos a un policía y ya pensábamos que nos iba a caer una buena, pero sorprendentemente, el agente paró todo el tráfico que había para darnos paso a nosotros sin ponernos impedimento alguno..
Imaginamos que a lo largo de los tres días de competición, habrán habido multitud de anécdotas, cuéntanos alguna.Sin duda hubieron muchas y variadas, pero por destacar alguna me quedo con la "chicane móvil" que nos encontramos en la súper especial, en forma de perro (Risas). Al final pudimos esquivarlos sin mayores problemas, pero fue algo bastante curioso al encontrárnoslo de frente a la salida de una curva, en medio de una pequeña recta. Creo que fue el único habitante de la isla que no le hacía gracia el tema del rallye..(Risas)
Por último, ¿algo más que quieras añadir?Ya que me das la oportunidad, quiero agradecer el esfuerzo y confianza de todos nuestros patrocinadores y colaboradores, medios de comunicación, el apoyo de la afición, y por supuesto a todo el equipo humano del Team Machado Racing. Sin todos estos ingredientes, hubiese sido imposible embarcarnos en esta apasionante aventura. También quiero agradecer el cariño que nos dispensaron los madeirenses en nuestra estancia en la isla.
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